lunes, 22 de diciembre de 2014

El programa económico de Podemos: La política de demanda.

          Continúo el repaso crítico del programa económico de Podemos. Crítico pero, pretendo, objetivo y riguroso. Siguiendo el mismo orden del documento, hoy analizo el apartado de las políticas de demanda.

          Dice Podemos en su programa que el pleno empleo sería el objetivo prioritario de su gobierno. Para conseguirlo, propone una serie de medidas que, en general, recuerdan a Keynes. Espigando entre obviedades - del estilo "eliminar los costes del mal funcionamiento de la administración", "combatir la economía sumergida y el fraude fiscal" o "un plan inmediato de ahorro público para evitar todo tipo de gasto innecesario" - y, a mi juicio, desaciertos - como establecer un Defensor de las Generaciones Futuras (cuidado con los "derechos" de sujetos abstractos) o la promoción de "un subsector financiero especializado en el crédito al emprendimiento" (las distintas administraciones disponen ya de una jungla de "institutos de fomento" que, en el mejor de los casos, de bien poco están sirviendo) -, encuentro otras medidas dignas de consideración.

"Espigando entre obviedades y algunos desaciertos, también se encuentran medidas dignas de consideración"



          La redistribución de la renta nacional a favor de los salarios, lo que favorecería el consumo total; la disminución de la carga hipotecaria de las familias mediante un programa de ampliaciones de plazo, reducciones de tipos de interés e incluso quitas similar al que la administración Obama puso en marcha en 2009; el fomento de la economía colaborativa; un nuevo urbanismo "verde" y de "cercanía" distinto al irracional de los años de la burbuja;  revisión de las políticas de grandes infraestructuras, acaparadoras de enormes recursos públicos y de escasa  rentabilidad social; una reforma fiscal que incluya el restablecimiento del impuesto sobre el patrimonio o acabar con los recortes en investigación científica y técnica, son propuestas planteadas y aplicadas en países avanzados que no son, por fortuna, ni Cuba ni Venezuela...

          En resumen, medidas de apariencia keynesiana, con las que, en muchos casos, resulta difícil no estar de acuerdo. Medidas que, así, tal como se plantean en el papel, sin entrar en detalles, parecen estupendas. Pero ya se sabe, es precisamente en los detalles donde está el diablo...

jueves, 11 de diciembre de 2014

El programa económico de Podemos: El sector financiero.

           Hace unos días comencé una serie de comentarios críticos al programa económico de Podemos. Los continúo hoy entrando a discutir las medidas económicas propiamente dichas que propone el programa. La nueva formación política tiene, según las encuestas, posibilidades reales de condicionar el próximo gobierno de nuestro país. Esto incluye también sus medidas de política económica. Y éstas, huelga decirlo, nos afectarían a todos. Por ello, con estas líneas pretendo contribuir, siquiera sea modestamente, al debate sobre las propuestas económicas de Podemos intentando transmitir a los lectores de la manera más clara posible los conceptos económicos subyacentes a dichas propuestas y situarlas en relación a las corrientes actuales de pensamiento económico. De esta forma se entenderá mejor, espero, cuál es su alcance y hasta qué punto son rupturistas o no.



          Las primeras medidas que propone el documento son las referentes al sector financiero. Unas, opino, son obviedades o vaguedades propias de casi cualquier programa electoral. Así, por ejemplo, quién puede no estar de acuerdo con implantar un régimen de buenas prácticas bancarias - ya existe uno, la cuestión es aplicarlo - ,  mejorar el funcionamiento del Instituto de Crédito Oficial (ICO) o, sin más detalle, hacer una reforma profunda del sistema bancario. Otras, como el banco ciudadano de depósitos, admito que no sé a qué se refieren - tampoco lo explican -. Varias no me parecen acertadas, como que el Banco Central Europeo pueda financiar gobiernos - la "monetización" de la deuda ha sido, desde tiempos del Imperio Romano, un impuesto encubierto en forma de inflación -, la constitucionalización del crédito y la financiación como un servicio público esencial - creo que las Constituciones no están para eso - o la creación de una banca pública y ciudadana de interés público sujetas a un estricto control para evitar la corrupción - esto suena a caja de ahorros y ya es de todos conocida la lamentable manera en que han acabado esas entidades, muertas, precisamente, de corrupción- 

"Entre las medidas de política financiera, hay unas que comparto, otras que, abiertamente, no y algunas que no son más que fórmulas retóricas".

          Pero también hay algunas propuestas que me parecen cuando menos interesantes. Los impuestos sobre las transacciones financieras en general y sobre las operaciones a corto plazo en el mercado bursátil en particular, por ejemplo, están claramente inspirados en la "tasa Tobin", concebida por el economista y premio Nobel norteamericano del mismo nombre para reducir el componente especulativo de los mercados financieros internacionales. El establecimiento del pleno empleo como uno de los fines del Banco Central Europeo es otra idea que me gusta y que no es nada rupturista: La Reserva Federal de los Estados Unidos tiene éste como una de sus tres misiones - las otras dos son la estabilidad de precios y mantener unos tipos de interés a largo plazo moderados - La "mancomunidad de la deuda" de la que habla Podemos es similar a los "Eurobonos" propuestos en 2011 por la Comisión Europea como solución a la crisis de la deuda soberana. Y la "supervisión efectiva del sistema financiero a escala europea" está en marcha desde el pasado noviembre con el nombre de Mecanismo Único de Supervisión Bancaria. La unión fiscal y la coordinación de las políticas económicas de los países de la Unión son otras medidas reclamadas por muchos economistas como absolutamente necesarias si se quieren evitar futuras presiones sobre el euro.

          En el documento de Podemos hay más medidas de política financiera pero creo que las anteriores son las más destacables. Unas, las comparto, otras, abiertamente no, algunas, en fin, pienso que no son más  que fórmulas retóricas o vaguedades sin contenido real. 

           Pero además del sector financiero, la nueva formación habla en su programa de políticas de demanda y de empleo, de la deuda y de bienestar social. Los próximos días continuaré, siempre intentando mantener la máxima objetividad y rigor, mi personal repaso crítico de las medidas propuestas. 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Podemos: Su diagnóstico de la situación económica.

          Ayer dediqué este espacio a comentar las últimas noticias aparecidas en la prensa sobre la nefasta gestión de las cajas intervenidas. El asunto da para mucho, incluso para toda una serie de artículos sobre las interioridades del sistema bancaria y, en particular, sobre las antiguas cajas. No descarto hacerlo, pero hoy vuelvo a mi intención de repasar el programa económico de Podemos. Con ello pretendo, sobre todo, contribuir en la medida de mis modestas posibilidades a que los lectores de este blog tengan más elementos de juicio sobre las propuestas en materia de economía de la nueva y pujante formación política, pero creo que también puede ser una buena ocasión para divulgación económica. Empecemos.


          La primera parte del documento de Podemos es una diagnóstico de la situación económica. Comienza éste con un reconocimiento de los logros alcanzados por el capitalismo, que, admiten, "ha alcanzado grandes hitos y un progreso nunca antes conseguidos en la historia de la humanidad", pero que también, según sus propias palabras, "excluye y mata a millones de seres humanos". Pretenden apoyar los autores su grave acusación con un dato: el 2,5% de las ayudas a la banca (supongo que mundial) hubiese bastado para erradicar el hambre en el mundo. Nadie más crítico que yo con la manera en que se ha gestionado la crisis bancaria, pero, aun así, por rigor intelectual no hubiese estado de más citar la fuente de la que han obtenido ese dato tan rotundo.

"El diagnóstico, en líneas generales, no parece desacertado pero adolece de inconcreción y usa una retórica anticapitalista que recuerda a modelos fracasados"

          También refieren multitud de "experiencias y análisis" que demuestran que "las economías y sociedades funcionan mejor allí donde se reducen las desigualdades la pobreza y mejoran las condiciones de vida de toda la población y no sólo de unos pocos grupos". Esta idea, la de que la desigualdad extrema es, a la postre, antieconómica, además de, y esto lo comparto, inmoral, es clave en el pensamiento de un economista tan prestigioso como el premio Nobel Joseph Stiglitz. Ya he hablado de él en más de una ocasión. Y su reducción es uno de los logros de los países más avanzados - los escandinavos, por ejemplo -"El respeto a la vida de las personas y a la naturaleza" como base de las relaciones económicas es otro de los puntos tocados por Podemos con el que creo que pocos pueden estar en desacuerdo.

        En la crítica al crecimiento económico español anterior a 2008, basado en el endeudamiento masivo y con graves costes medioambientales y generador de corrupción política, coincido. Y en su denuncia de las graves insuficiencias institucionales y políticas de la unión monetaria europea, también. Son bien conocidas. En el ámbito académico, otro premio Nobel, Paul Krugman, atribuye al euro todos los defectos del patrón oro (en otra ocasión los explicaré) y en el institucional, el mismísimo Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, advertía en un discurso pronunciado el pasado 27 de noviembre en Bruselas que, sin unas verdaderas uniones fiscales y económicas, además de la unión bancaria y de mercados de capitales, el riesgo de ruptura del euro sigue existiendo.

          Hasta aquí el diagnóstico que hace de nuestra economía Podemos. En líneas generales, no me parece desacertado. En líneas generales, digo, porque el documento, como todos los programas electorales, adolece de inconcreción. Lo que menos me ha gustado, la retórica anticapitalista. Me suena demasiado a regímenes que ni han sido ni son un modelo a seguir. Pero de esto hablaremos otro día.

martes, 2 de diciembre de 2014

Cómo cargarse una caja de ahorros

          Me comprometía ayer a dar mis impresiones personales sobre el programa económico de Podemos. Esa sigue siendo mi intención. Pero esta mañana twitteando se me ha cruzado este titular: El FROB remitirá a la Fiscalía información para investigar la actividad crediticia de Catalunya Caixa. Y el empleado de caja de ahorros que he llevado dentro durante 16 años se ha pillado un rebotazo y me ha dicho que Pablo Iglesias y sus medidas van a tener que esperar a mañana, que hoy le toca a los responsables del estropicio en la caja catalana. Que explique cómo lo han hecho.

      

          Porque cargarse una caja no es tan fácil. La cosa tiene su mérito. Existe una rigurosa normativa dictada por el Banco de España sobre los criterios a los que deben atenerse las entidades financieras en la concesión de préstamos. Normativa prudencial sobre gestión de riesgos se llama. "Prudencial" porque obliga a los gestores a ser "prudentes" a la hora de prestar dinero. A no ser demasiado "arriesgados". Sobre todo porque el dinero que prestan no es el suyo. Hay que saltarse toda esa normativa con firme determinación, con alegre desenvoltura, incluso con un punto de simpático descaro para conseguir hundir una entidad de crédito. No cualquiera vale para hacerlo, no. No es que sea necesario tener una gran preparación o ser inteligente. Pero sí es imprescindible una cierta disposición de carácter y de ánimo. Y, por supuesto, la adecuada escala de valores: el dinero y el poder, arriba; la decencia y la honradez, abajo. Los antiguos responsables de Catalunya Caixa se ve que responden perfectamente a ese perfil.

"Cargarse una caja no es tan fácil"

          ¿Cómo lo han hecho?. Se verá que la técnica empleada es más bien burda. Basta con conceder préstamos hipotecarios por un importe superior al 100% del valor de tasación del bien inmueble (en ocasiones el 120%), a personas sin ingresos suficientes o, directamente, sin ingresos y, cuando el tinglado se viene abajo, refinanciando y refinanciando una y otra vez los préstamos morosos para lavarles un poco la cara, maquillarlos y que parezca que los cadáveres siguen vivos. Resultado: una entidad quebrada que se ha tragado 12.000 millones de euros del presupuesto público, expedientes por valor de 1.000 millones de euros en manos de la fiscalía, y, previsiblemente, un buen puñado de empleados en la calle. Algunos creen que esto es lo que el derecho penal llama administración desleal y es un delito. Y quieren que la fiscalía tome cartas en el asunto y pida explicaciones a Josep Mª. Loza y Narcis Serra, máximos responsables de la caja entre 2004 y 2008.

          ¿Es Catalunya Caixa el único caso?. No. El Banco de Valencia, que era propiedad de Bancaja, y Novacaixagalicia están siendo investigados. Pero sospecho que este comportamiento era habitual también en otras entidades. Yo mismo he sido testigo de estas y de otras prácticas peores si cabe en la concesión de préstamos y en la ocultación de mora. Pero yo sí soy "prudente" y me reservo estas historias. Tengo que morderme la lengua, lo confieso, pero me las reservo.

          Aquí tienen el enlace a la noticia:

http://www.bolsamania.com/noticias/pulsos/el-frob-remitira-a-la-fiscalia-la-gestion-de-catalunya-caixa-durante-la-burbuja-inmobiliaria--628819.html

lunes, 17 de noviembre de 2014

Un ejercicio de cinismo a cuenta de las preferentes.


          Los señores Santos Llamas y Julio Fermoso, en su comparecencia ante la Audiencia Nacional, hacen un ejercicio de cinismo. Lean si no la noticia. Porque hay que ser cínicos para afirmar, aunque sea acogiéndose a su derecho a la defensa, que las entidades que dirigían emitieron participaciones preferentes porque los clientes "así lo reclamaban". Las participaciones preferentes se emitieron porque "así lo reclamaba", no la clientela, sino la calamitosa situación patrimonial en que se encontraban las cajas, Y como era dudoso que ningún inversor institucional, es decir, profesional y entendido, estuviese dispuesto a correr riesgos apuntalando estas entidades, sus directivos decidieron tapar el agujero por la vía más fácil: colocando las participaciones entre un público cautivo: los clientes de toda la vida, que no iban a leer, ni a entender, los contratos, ni a pedir las cuentas de las cajas para analizarlas. Sencillamente confiaban en el personal de las oficinas. 

          Una vez más hablo con conocimiento de causa. Ya saben que he sido empleado de banca y viví en primera persona todo aquello. No recuerdo a ningún cliente que fuese a la oficina a pedir "preferentes". Lo que sí recuerdo perfectamente es la presión e insistencia de los superiores para que las preferentes se ofreciesen y "colocasen" entre los clientes como fuese. El futuro de la entidad - ¿o era realmente el de los directivos? - iba en ello. 
           En fin, un capítulo más de esta triste historia. Esperemos que la justicia haga su trabajo y ponga a cada uno en su sitio.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez y la "reestructuración" bancaria: Su visión.

          Emplea Miguel Ángel Fernández Ordóñez en este artículo un tono neutro, distante, estrictamente técnico, el de un especialista ajeno al proceso de "reestructuración" bancaria que se limita a describirlo y valorarlo de una manera pretendidamente objetiva e imparcial. Leyéndolo, nadie diría que fue gobernador del Banco de España. Aunque en el encabezamiento del artículo sí se dice expresamente, él no lo menciona en ningún momento. Parece como si quisiera pasar por alto que él fue uno de los responsables - el otro es Jaime Caruana - de la supervisión de las entidades bancarias, lo que incluye las cajas, en los años de la burbuja, es decir, cuando se gestó la crisis, y también durante los primeros años de la debacle.

Y no vio nada. No vio que las cajas estaban incumpliendo la normativa sobre concentración de riesgos, límites sobre capacidad de endeudamiento, relación préstamo/valor de tasación en los préstamos hipotecarios, ocultación de mora, frecuentemente de manera burdísima, en forma de refinanciaciones o recurriendo a métodos aún más toscos y tantas y tantas otras cosas...Pero la realidad es muy tozuda y cuando el agujero ya no se podía tapar y amenazaba con tragarse a las cajas, se emitieron las participaciones preferentes, que, recordemos, computaban como recursos propios, es decir, servían para reponer el capital devorado por una mora creciente. Así, los costes de la mala gestión se trasladaban a los ahorradores. En esto, la CNMV tampoco estuvo muy fina.

Sé de lo que estoy hablando. Yo lo he vivido desde dentro, como empleado de banca, y me preguntaba, asombrado, cómo es que la inspección del Banco de España no detectaba estas malas prácticas. Hasta que finalmente todo estalló. Lo demás ya es conocido. Rebatir las afirmaciones que hace Fernández Ordóñez daría para todo un artículo. Pero no es este el lugar para extenderme. Sólo quiero hacer notar que tras el baile de cifras y normas que este señor refiere de una manera tan neutra, hay millones de historias de sufrimiento humano. De desempleados, de desahuciados, de ahorradores engañados, de empleados de banca en la calle...Lean el artículo y saquen sus propias conclusiones.

martes, 11 de noviembre de 2014

"Valores y empresa" o "Filosofía y managament"

          El titular de la noticia es inequívoco. Y expresa una idea de la que, tanto por lecturas como por mi propia experiencia personal y profesional, estoy cada vez más convencido: los valores deben regir inexcusablemente tanto el comportamiento individual como el funcionamiento de las organizaciones. 

          En este caso es Dov Seidman, uno de los expertos en "management" más populares del momento, el que afirma que son los valores lo que realmente diferencia una organización de otra. Aquellas empresas que no lo vean así y se muevan exclusivamente en función de su cuenta de resultados están abocadas al fracaso. 

     Habla Seidman de "compromiso", de "confianza", de "empleados que no estén sometidos a una obediencia ciega sino que cuenten con autonomía, que no sólo se sientan motivados sino inspirados por los valores y la misión de la empresa. Y para ello hay que conectar con sus valores, creencias y su fidelidad". En resumen, una cultura empresarial que podríamos calificar de "humanista". Este es, parece ser, el gran descubrimiento que acaban de hacer los "gurús" y las escuelas de negocios: las empresas se relacionan con personas y a las personas conviene tratarlas como tales, humanamente.

Dov Seidman: “En los valores reside la verdadera ventaja competitiva”


         Para los expertos de las escuelas de gerencia puede ser toda una novedad pero para los filósofos, no. Lo vienen diciendo desde hace más de 2000 años. No sólo los occidentales sino, también, los de las otras dos grandes tradiciones filosóficas: indios y chinos. Los principios de respeto por uno mismo y por los demás, la coherencia, la integridad, la ecuanimidad, el altruísmo, la sincera preocupación por todo lo humano, son ideas que aparecen constantemente en la mayoría de las grandes corrientes de pensamiento. "El fin no justifica los medios" o el "trata a los demás como un fin, no como un medio", de Kant, son dos máximas filosóficas, de entre muchas, que se me ocurren ahora mismo para expresar este idea. 

     Lo importante es que tengamos presente que la actividad económica, la actividad empresarial, son actividades humanas en la que intervienen y que afectan a seres humanos y en las que, por tanto, estos, los seres humanos, sus necesidades y aspiraciones, deben ser el centro. Una verdad de perogrullo pero que, me da la impresión, parece que no acaba de calar entre los directivos españoles, especialmente entre los de la banca. Será, quizá, porque sus interminables jornadas de trabajo "autoimpuestas" apenas les dejan tiempo para reflexionar. Una lástima. Les animo a que, de vez en cuando, hagan un alto, cojan un clásico de filosofía y le echen un vistazo. Con un poco de suerte, descubrirán que no todo vale en nombre de la cuenta de resultados. Si esto ocurriese, si tuviésemos la fortuna de que hiciesen ese "descubrimiento", seguro que a todos nos iría mejor.

Henry Mintzberg y las retribuciones de los directivos

          Soy un asesor financiero muy preocupado por los aspectos éticos de las finanzas y la actividad empresarial. Por eso recomiendo vivamente la lectura de la entrevista a Henry Mintzberg. En ella, el profesor canandiense expone ideas sobre las que vengo reflexionando desde hace algún tiempo y en las que coincido con él, en especial, las repercusiones sobre las empresas y la sociedad de los sueldos desmesurados de los directivos: ¿Están justificados?. ¿Son morales?. 

          A mi juicio, todos tenemos algo que aportar a la sociedad con nuestro trabajo. Cada cual, por supuesto, en la medida de sus posibilidades. Pero, tanto desde el más humilde obrero del campo, la industria o los servicios, hasta el más reputado de los médicos, ingenieros o ejecutivos, todos contribuyen, contribuimos, al funcionamiento y desarrollo de la sociedad poniendo a disposición de los demás nuestros conocimientos, habilidades, experiencia... 


HENRY MINTZBERG / PROFESOR EN LA DESAUTELS FACULTY OF MANAGEMENT EN CANADÁ

“Los bonus de los ejecutivos destruyen las compañías”

Henry Mintzberg (Montreal, Canadá, 1939) es una de las principales voces del management en el mundo



          Esto me lleva a plantearme las siguientes preguntas:¿Realmente el trabajo de alguien vale cientos o miles de veces más que el de otras personas?. ¿Quién mide, cómo se valora esa supuesta aportación a la empresa o a la sociedad que justifique una retribución semejante?. Voy más allá y me planteo qué tipo de persona puede ser aquella, qué podemos esperar de quien se cree con derecho a ganar miles de veces más que los demás empleados de su compañía ¿Se ven, se sienten diferentes, más valiosos, superiores al resto de los humanos?. Creo que en España la respuesta la estamos encontrando en lo que ha sucedido con las antiguas cajas. Lo que un día sí y otro también se está descubriendo sobre el estilo de gestión y otras prácticas de sus directivos nos está revelando cual es su talla y calidad humana. 

          ¿Y cual ha sido el resultado de esa gestión que, se supone, justificaba tales retribuciones?. Instituciones centenarias quebradas y desaparecidas, más de 50.000 millones de euros en ayudas públicas perdidos, clientes - tanto ahorradores como prestatarios - perjudicados y miles de empleados de banca en la calle. En fin, todo esto da para un artículo que espero publicar próximamente en mi blog. Ahora sólo quiero señalar que, a mi juicio, esto es lo que ocurre cuando el dinero deja de ser lo que es, un mero medio, y pasa a ser un fin en si mismo, al que todo se supedita y sacrifica: ética, principios y, en última instancia, la dignidad de los seres humanos.

miércoles, 30 de julio de 2014

Bueno, bonito y barato



          Eso es lo que buscamos cuando vamos a la tienda, a los grandes almacenes o, incluso, al mercadillo del pueblo o del barrio. Queremos que el pantalón o el vestido nos quede bien, que con él se note lo guapos o guapas que somos. También queremos, faltaría más, que no se vaya a estropear con el primer lavado, o mejor, que aguante muchos, muchos lavados sin encoger o sin que destiña. Y que nos cueste lo justo. No están los tiempos para tirar el dinero. Lo mismo podemos decir de los muebles, de los zapatos o de las raciones de calamares... Nos gusta lo mejor y lo queremos, además, al mejor precio. Es natural. Los consumidores, las personas inteligentes o, sencillamente, juiciosas, buscan siempre lo que más les conviene en las mejores condiciones.

"Bueno, bonito, barato" se convierte en "rentable", "seguro" y "líquido".

          ¿Y cuando de lo que se trata es de invertir nuestros ahorros?. ¿Cómo sabemos si el  depósito o el fondo que nos están ofreciendo es el mejor para nosotros?. En el mundo de las finanzas y la  inversión, ¿también podemos encontrar cosas "buenas", "bonitas" y "baratas"?. Pues sí, claro que podemos encontrarlas. Lo que pasa es que, en los productos financieros, el "bueno, bonito, barato" se convierte en "rentable", "seguro" y "líquido". O, más técnicamente, rentabilidad, riesgo y liquidez son las tres características básicas de todo activo financiero que deberemos tener siempre presentes a la hora de decidir si invertir o no en un determinado producto.

El ahorrador también puede elegir bien


          Todo el mundo sabe, más o menos, lo que son la rentabilidad, el riesgo y la liquidez, - aunque nunca esté de más repasarlo, ahora lo haremos -, lo que también hay que conocer son las relaciones que ligan entre sí estas tres características, tener claro cómo se mueven, que no lo hacen de manera independiente, sino cada una de ellas en función de las otras dos. Veámoslo.

          La rentabilidad, es  bien sabido, consiste en lo que obtenemos, lo que ganamos, por invertir, es decir, por poner nuestros recursos a disposición de otras personas o entidades, que los emplearán en actividades productivas o en satisfacer necesidades de consumo. En otras palabras, es la retribución que recibimos por renunciar temporalmente a nuestros ahorros y por asumir el riesgo de no recuperarlos total o parcialmente al vencimiento. Esta es, precisamente, la justificación económica del interés. Y esto nos lleva a las otras dos características y sus relaciones.

        Riesgos, en finanzas, hay varios pero ahora nos interesa el más importante: la  posibilidad de que no recuperemos  nuestra inversión. Y acabamos de ver que el inversor querrá que este riesgo sea compensado con un interés adecuado: cuanto mayor sea el riesgo, mayor será el tipo de interés exigido. Y, al contrario, si no queremos correr riesgos, no podremos exigir rentabilidades. Así hemos llegado a la ley fundamental de las finanzas, la de la rentabilidad-riesgo: a mayor rentabilidad, más riesgo; a menos riesgo, menor rentabilidad. Sí, sé que todos Uds. la conocen, que lo saben, pero aún así, aunque me llamen pesado o digan que suelto perogrulladas, se la recuerdo. Es que, pese a conocerla todo el mundo, de vez en cuando se olvida y pasan cosas: que si preferentes, que si sellos...Por favor, tengan siempre presente, siempre, que nadie da duros a cuatro pesetas - me leerán esta expresión a menudo -, que si en estos momentos el activo sin riesgo - la deuda pública - está dando en torno al 2,6% anual a diez años, todo lo que le ofrezcan a más del 3% encierra algún peligro. Seguro.

"La rentabilidad, el riesgo y la liquidez suelen quedar ocultos. Así que pregunten y pregunten antes de firmar".

          La última de las tres características, la liquidez, también está relacionada con la rentabilidad. La liquidez expresa la facilidad de convertir nuestra inversión en efectivo en cualquier momento.  Recuerden que el interés retribuye al inversor por el riesgo asumido y por la renuncia temporal a sus ahorros. Por tanto, cuanto más tiempo o más difícil o costoso le resulte al inversor recuperar su dinero, mayor será la rentabilidad que exija.

          Al contrario que con un pantalón o con un bolso, en muchas ocasiones es difícil identificar si un producto de inversión es "bueno", "bonito" y "barato". La rentabilidad, el riesgo y la liquidez quedan ocultos, a veces camuflados o deformados, en la prolija y confusa letra pequeña de los contratos. Por favor, pregunten y pregunten hasta tenerlo todo claro antes de firmar. Que se lo expliquen. Y si aún así no lo acaban de entender, no lo contraten. Mejor renunciar a ese producto "perfecto" que lamentarnos después cuando descubramos, ya tarde, donde estaba el truco.


          ¡Feliz semana!

domingo, 27 de julio de 2014

De Médicos y Finanzas


          Un mundo en el que los médicos fuesen empleados de los laboratorios farmacéuticos. Imagínenselo. Las calles llenas de locales con los logotipos de los fabricantes de pastillas y jarabes, cada uno el suyo, y dentro, los médicos atendiendo a los pacientes. Un señor se siente mal, tiene una indigestión de categoría, y el médico decide, bueno, el médico no, el laboratorio que le paga la nómina al médico decide, que a ese señor hay que recetarle una pomada para las quemaduras. Puede que, en esta ocasión, la pomada no sirva de mucho, pero no importa. El laboratorio ya tiene sus cuentas hechas. Y lo que toca vender, lo que hay que colocar, es su pomada. Ahora es una señora la que se presenta en la "tienda-consulta" o "consulta-tienda" con su hija. Parece que el problema es amigdalitis. La niña tose, tiene fiebre, la garganta está irritada, infestada de placas, da susto vérsela... Pero es igual. La campaña en vigor es la de la pomada para las quemaduras, así que...a la chiquilla, también pomada. Salen de la "consulta-tienda" la madre y la hija con su pomada - y su amigdalitis sin resolver...- y entra un caballero de edad, una "persona mayor", como se dice ahora, al que los achaques hacen que le duelan los huesos hasta los tuétanos. Reuma. El doliente necesita algo que lo alivie, un analgésico. Pero, ya saben, el laboratorio tiene en marcha la campaña de la pomada. Así que averigüen Uds.... ¿Qué le receta nuestro "médico-empleado de laboratorio farmacéutico"?. Acertaron...¡La dichosa pomada!.


De médicos y finanzas
El asesor financiero, el médico de nuestros ahorros.

          Nuestro médico es un buen profesional y buena persona. Tiene conciencia. Sabe que a cada uno de los pacientes le tenía que haber recetado algo distinto. No caprichosamente sino según las necesidades y circunstancias de cada caso. Pero no. Ha recibido órdenes terminantes de la empresa, la que le paga la nómina, de no prescribir otra cosa que no sea la pomada. En las reuniones de zona los jefes han insistido una y otra vez en que se trata de una "campaña estratégica", en que las ventas de la pomada son vitales, en que si el empleado no cubre los objetivos de venta de pomada - sí, cada médico tiene unos objetivos de venta de pomada - su puesto está en el aire...Y, claro, nuestro médico, aunque muy a su pesar, acaba "colocando" la pomada.


"Inquietante un mundo en el que los médicos fuesen empleados de los laboratorios farmacéuticos...Pues ese es el mundo del ahorro y la inversión"

          Inquietante un mundo así... Pues ese es el mundo del ahorro y la inversión en el sistema financiero español. Las entidades hegemónicas en la captación de nuestro ahorro, los bancos, incurren, por su propia naturaleza, en un permanente conflicto de intereses. Tienen unos productos propios a los que dar salida y lo hacen aún cuando ello vaya en perjuicio de sus clientes. Por desgracia, en nuestro país hemos vivido en estos últimos años numerosos y clamorosos ejemplos. La solución para evitarlo, ya más que probada y comprobada en otros países con mayor tradición financiera y que desde hace un tiempo se viene implantando en el nuestro, es el asesoramiento financiero independiente. Esta es la clave: la independencia. No depender de nadie y no tener producto propio. Cuando visitamos a un médico o a un abogado, buscamos a un profesional que esté de nuestra parte, que estudie nuestro caso, que nos dé las soluciones adecuadas a nuestras circunstancias y necesidades, es decir, nuestra solución, no la solución para la cuenta de resultados de la entidad. Que cuando asesore no reciba órdenes de nadie, no piense en otros intereses que no sean los de su cliente. Eso es la independencia. ¿Por qué no hacer lo mismo con nuestros ahorros?. ¿Por qué no empezamos a exigir ese asesoramiento financiero independiente?.

          Los financieros son unos productos y servicios complejos. Y cada vez más. Antes de contratar nada, después ya es demasiado tarde, hay que informarse,  investigar, tener perfectamente claro qué es lo que nos están ofreciendo. Invertir solamente en algo que entendamos. Y si no lo entendemos,  buscar a alguien que sí lo entienda y preguntarle. Preguntarle las veces que hagan falta hasta que nosotros también lo entendamos. Esa es, precisamente, mi intención con esta columna. Quiero que sirva como un espacio de divulgación financiera, como un foro donde hacer preguntas y resolver dudas. Pretendo acercar la economía y las finanzas, que tan ásperas parecen resultar a veces, a la gente, a las personas. Para que puedan decidir de manera libre y responsable sobre su propio dinero, en definitiva, sobre su propia vida. Voy a poner todo mi empeño en ello. Espero no defraudarles.

          ¡Feliz semana!

Nota: Espero que los médicos que hayan leído este artículo se hayan tomado con sentido del humor la comparación. Si mi pequeña historia habla de ellos, es, precisamente, porque los tengo como modelo de profesionales independientes totalmente entregados a sus pacientes. Sirvan estas líneas como mi reconocimiento personal a su labor.