martes, 2 de diciembre de 2014

Cómo cargarse una caja de ahorros

          Me comprometía ayer a dar mis impresiones personales sobre el programa económico de Podemos. Esa sigue siendo mi intención. Pero esta mañana twitteando se me ha cruzado este titular: El FROB remitirá a la Fiscalía información para investigar la actividad crediticia de Catalunya Caixa. Y el empleado de caja de ahorros que he llevado dentro durante 16 años se ha pillado un rebotazo y me ha dicho que Pablo Iglesias y sus medidas van a tener que esperar a mañana, que hoy le toca a los responsables del estropicio en la caja catalana. Que explique cómo lo han hecho.

      

          Porque cargarse una caja no es tan fácil. La cosa tiene su mérito. Existe una rigurosa normativa dictada por el Banco de España sobre los criterios a los que deben atenerse las entidades financieras en la concesión de préstamos. Normativa prudencial sobre gestión de riesgos se llama. "Prudencial" porque obliga a los gestores a ser "prudentes" a la hora de prestar dinero. A no ser demasiado "arriesgados". Sobre todo porque el dinero que prestan no es el suyo. Hay que saltarse toda esa normativa con firme determinación, con alegre desenvoltura, incluso con un punto de simpático descaro para conseguir hundir una entidad de crédito. No cualquiera vale para hacerlo, no. No es que sea necesario tener una gran preparación o ser inteligente. Pero sí es imprescindible una cierta disposición de carácter y de ánimo. Y, por supuesto, la adecuada escala de valores: el dinero y el poder, arriba; la decencia y la honradez, abajo. Los antiguos responsables de Catalunya Caixa se ve que responden perfectamente a ese perfil.

"Cargarse una caja no es tan fácil"

          ¿Cómo lo han hecho?. Se verá que la técnica empleada es más bien burda. Basta con conceder préstamos hipotecarios por un importe superior al 100% del valor de tasación del bien inmueble (en ocasiones el 120%), a personas sin ingresos suficientes o, directamente, sin ingresos y, cuando el tinglado se viene abajo, refinanciando y refinanciando una y otra vez los préstamos morosos para lavarles un poco la cara, maquillarlos y que parezca que los cadáveres siguen vivos. Resultado: una entidad quebrada que se ha tragado 12.000 millones de euros del presupuesto público, expedientes por valor de 1.000 millones de euros en manos de la fiscalía, y, previsiblemente, un buen puñado de empleados en la calle. Algunos creen que esto es lo que el derecho penal llama administración desleal y es un delito. Y quieren que la fiscalía tome cartas en el asunto y pida explicaciones a Josep Mª. Loza y Narcis Serra, máximos responsables de la caja entre 2004 y 2008.

          ¿Es Catalunya Caixa el único caso?. No. El Banco de Valencia, que era propiedad de Bancaja, y Novacaixagalicia están siendo investigados. Pero sospecho que este comportamiento era habitual también en otras entidades. Yo mismo he sido testigo de estas y de otras prácticas peores si cabe en la concesión de préstamos y en la ocultación de mora. Pero yo sí soy "prudente" y me reservo estas historias. Tengo que morderme la lengua, lo confieso, pero me las reservo.

          Aquí tienen el enlace a la noticia:

http://www.bolsamania.com/noticias/pulsos/el-frob-remitira-a-la-fiscalia-la-gestion-de-catalunya-caixa-durante-la-burbuja-inmobiliaria--628819.html

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